Seguramente vives en una Comunidad de Propietarios, la
convivencia siempre genera problemas y tu comunidad no escapa a los mismos. El
vecino del tercero hace mucho ruido, los niños del vecino del cuarto tienen
tomadas las zonas comunes al asalto, tu vecino de al lado ha hecho un
cerramiento en contra de lo establecido por la comunidad o incluso han adoptado
un acuerdo que te perjudica, también pueden existir problemas por diferencias
culturales
Cuando esto nos ocurre nos sentimos
muchas veces impotentes pues no podemos ignorar un problema que tenemos siempre
presente y tampoco queremos deteriorar la relación con la persona que tenemos
al lado y que muchas veces nos cruzamos en la escalera o el ascensor.
En muchos casos los administradores de
fincas no quieren intervenir pues les supone tomar partido por uno de los
vecinos y enemistarse con el otro.
Tampoco el juzgado da muchas veces una
solución adecuada en estos casos. ¿Qué hacemos entonces?. Gracias a Dios en España
ya hemos adoptado el mejor sistema para resolución de estos problemas y que ya
desde hace años lleva funcionando con éxito en otros países como estados unidos
y es la Mediación, un procedimiento
que está consiguiendo muchísimos acuerdos entre los vecinos.
Es un procedimiento que facilita el
dialogo entre los vecinos la búsqueda de soluciones y la consecución de
acuerdos de convivencia, acudiendo a un tercero imparcial, con formación específica
en la resolución de controversias y comunicación que no es otro que el Mediador.
El mediador
tras escuchar a unos y otros y entender el problema de ambos, con su buén hacer
procurará que se restituya el dialogo roto y que los vecinos alcancen un
acuerdo o consenso que evite el conflicto.
La intervención del mediador no es agresiva,
pues no juzga a ninguna de las partes ni impone su criterio sino que son los
vecinos los que con la ayuda del mediador adoptan sus propios acuerdos.
El mediador facilita el inicio de ese diálogo
y lo procura que el mismo se realice de forma constructiva, incluso equilibrando
las partes.
El conflicto gestionado de esta manera,
facilita la resolución del mismo pues se inicia de forma amistosa, a veces a través
del mediador, y se satisfacen las necesidades de ambos, al contrario que cuando
acudimos al juzgado que solo se satisfacen las necesidades de uno de ellos y
además no deteriora la relación más y en muchos casos la mejora.
Por ello en caso de problemas no dudes en
acudir a un Mediador.
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